lunes, 15 de septiembre de 2014

Veo Veo a Cortázar





Andábamos por un callejón... Y me pareció haber visto que los cronopios iban acompañados por unos seres maravillosos. Tenían largos bigotes, uñas afiladas, cola erecta, ojos de universo y un caminar elegante, despacio, seductor. Sin buscarnos, ahí estábamos uno frente al otro. Me incliné para tocar a uno de ellos, pero sabiendo que iba a huir decidí sentarme. Los cronopios observaban nuestro descubrimiento. Se ponían más verdes de la envidia porque entre ese ser maravilloso y yo había magia ancestral. Él olía mi mano con miedo y yo miraba su pelaje de tigre. Andábamos extasiados mientras los ojos de los cronopios danzaban en su voyeurismo. Entonces él me miró con esos ojos que hipnotizan y rozó mis piernas. Supe que había llegado hasta aquí para encontrarnos. Para que él se convirtiera en mi amo. No sé cómo me nombró él, pero yo lo llamé Teodoro.


En homenaje a los 100 años del natalicio de Julio Cortázar. Otros Veo Veo a Cortázar desde diversas partes del mundo: Rumbeando por ahí; Cuentos de Mochila; Alfonso Brevedades;Desafío de Ideas; Plan B Viajero; Sweet Virginia; Una argentina por el mundo; Caminomundos; The Indie Trendy;Del mundo y otros mambos
"Andábamos sin buscarnos, pero sabiendo que andábamos para encontrarnos"


2 comentarios:

  1. Dale, que bien se escuchó. Mira que lo he leído en voz alta, no fue sino hasta la segunda vuelta cuando pude identificarme. Enhorabuena.

    ResponderEliminar
  2. Gatos, gatos, gatos... : ) Gracias, Alfonso. Un abrazo

    ResponderEliminar